Nadie debería negar la importancia de los límites en las estructuras que gobiernan las sociedades humanas. Los límites son un signo civilizatorio. Sin ellos volveríamos a neandertal. Y nadie negará que el control es, en tanto que forma de actuación, una aspiración. Nadie quiere estar descontrolado porque todo descontrol supone una pérdida respecto a la voluntad y al deseo, ejes regidores del sujeto. Pero el control, como cualquier otra cosa, requiere límites. En ambos sentidos, a la alta y a la baja. En este sentido podría decirse que es necesario controlar los límites. O ponerse límites de control. Pero, ¿tiene todo esto algo que ver con la película? Es posible, pero no lo sé.
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